LECHONA al Horno con guarnición de Boniatos ligeramente Caramelizados

Ays! Estos platos típicos de Mallorca que engordan tanto me traen de cabeza. A pesar de lo poco carnívoros que somos en casa, este plato nos encanta. Es un clásico que comemos desde niños y tal vez por eso, nos gusta tanto. Aunque, sólo lo hacemos una o dos veces al año.

La lechona es uno de esos asados que cada uno hace a su manera. A mi me gusta dejarla en adobo durante un día y no perdono la guarnición de boniatos que encuentro que combina perfectamente con la carne de cerdo. Con el tiempo he ido perfeccionando la receta, o mejor dicho, la he ido haciendo más a mi gusto. De esta manera he llegado a conseguir una guarnición de boniatos dulces y ligeramente crujientes por el azúcar, mmmmm ¿y que queréis que os diga? una vez al año no hace daño, así que, ¡manos a la obra!

LECHONA al Horno con guarnición de Boniatos ligeramente Caramelizados 

INGREDIENTES:

Para la lechona:
2.000-2.500 gr Lechona
2 Limones (jugo)
5 Dientes de Ajo
1 Taza (tamaño café) de Aceite de Oliva
1 Cucharadita de Pimienta
2 Cucharaditas de Sal
1 Taza (tamaño café) de Brandy
3 Tazas (tamaño café) de Vino Blanco
2 Tazas (tamaño café) de Agua

Para la guarnición:
1 Kg de Patata
1 Kg de Boniatos Blancos
5 Cucharadas de Azúcar para rebozar los boniatos
Aceite para freír
Sal

PREPARACIÓN:

1-La lechona se debe dejar en adobo de un día para otro. En una bandeja de cristal poner el zumo de los dos limones, los 5 dientes de ajo chafados con la prensa de ajos, la cucharadita de pimienta, las cucharaditas de sal y el aceite de oliva (si no tenéis prensa, podéis picar los ajos con un mortero, tienen que quedar como una  pasta). Mezclar bien todos los ingredientes del adobo. Poner la lechona dentro de la bandeja y untarla bien con este adobo por arriba y por abajo. Tapar con film transparente y dejar en el frigorífico hasta el día siguiente (yo hago el adobo sobre las 11 de la mañana y lo dejo hasta las 11 de la mañana del día siguiente. En este tiempo le podéis dar la vuelta a la carne una o dos veces).

2-Al día siguiente: sacar la lechona de la nevera y colocar sobre una bandeja de horno con la piel para arriba. Añadir el Brandy, vino y agua. Hornear a 200ºC unas 2:30-3:00 horas (en mi horno estuvo 3 horas). Durante este tiempo hay que sacarla dos o tres veces y regar con el mismo caldo de la bandeja.

3-Mientras, lavar bien los boniatos y hervirlos con piel hasta que estén hechos (hervir unos 30-40 minutos, clavar un tenedor en el centro de los más grandes para comprobar que ya están). Una vez hechos dejar escurrir en un colador.

4-Pelar y cortar las patatas. Freír en abundante aceite hasta que estén bien doraditas. Sacar y reservar en una fuente.

5-Pelar los boniatos hervidos y cortar en trozos alargados. Poner las 5 cucharadas de azúcar en un plato hondo y rebozar ligeramente los trozos de boniato. Freír a fuego alto en la sartén donde hemos frito las patatas. Unos minutos por cada lado, hasta que el azúcar se caramelice y cojan un suave color dorado (no los pongáis a escurrir sobre papel de cocina porque el azúcar se pega al papel, mejor en un colador). Reservar.

6-Cuando la lechona lleve en el horno una hora y media, sacar la mitad del jugo que ha soltado. Volver a meter la lechona en el horno.

7-Poner la mitad del jugo sobre las patatas fritas y remover. Reservar.

8-Cuando la lechona ya esté bien hecha, gratinar unos minutos con aire para que la corteza quede bien crujiente. Quitar el gratinador y poner horno arriba y abajo normal a 200º y añadir las patatas a la bandeja. Volver a meter en el horno 10 minutos más. 

9-Servir un trozo de lechona con patatas y boniatos, y regar con unas cucharadas de jugo de la bandeja. Acompañar con alioli y una buena ensalada de lechuga y tomate.

COMENTARIOS:

El tema del horno es muy complicado porque cada horno es un mundo. Os he indicado a 200ªC pero si vuestro horno es muy fuerte y creéis que se os va a quemar la carne, bajad la temperatura. La idea es que esté en el horno un mínimo de dos horas y media para que quede tierna y bien hecha.

Como mi hijo no come lechona (de momento todavía no le gusta). Aproveché para meter en 
la bandeja, un muslo de pollo. Os lo digo porque puede pasar que queráis hacerlo y a alguien no le guste la lechona, podéis aprovechar y meter otro tipo de carne.